Con un buen balance por el nivel exhibido por los patinadores de experiencia y con un futuro asegurado de parte de los que se proyectan como la renovación.
Mireya Sánchez Palacios es una bogotana que desde muy pequeña empezó a patinar, gracias a que en el colegio Liceo Vals le inculcaron el amor por el deporte.
A la edad de ocho años, sus padres lo llevaron a una escuela de salsa en Cali, porque quería ser bailarín. Allí aprendió lo básico, pero no se sentía cómodo.
Yo pienso en el ahora y así se construye el futuro. Con estas palabras, César Leonardo Parrado, describe lo que será su futuro cuando se le pregunta por su retiro, pues ya son 21 años dedicado al patinaje artístico.